martes, 11 de mayo de 2010

El mundo al revés

-Buenos días, señora, vengo por lo del trabajo que ofrecen.

-Buenos días – dice la encargada de personal -. Siéntese. ¿Cómo se
llama usted?

-Juan…

-¿Señor o señorito?

-Señor porque soy casado.

-Déme su nombre completo, por favor.

-Juan de Dios Pérez de Rodríguez.

-Debo informarle, señor de Rodríguez, que esta empresa prefiere,
hasta donde sea posible, no contratar hombres casados, porque usted
sabe, tienen el problema de que se incapacitan mucho por paternidad.
No estamos en contra de que las parejas jóvenes tengan hijos, pero
los trabajadores que tienen niños pequeños faltan mucho al trabajo
cuando se enferman o cuando no tienen quién se los cuide. Usted
sabe, cuando faltan se producen muchos problemas en la empresa.

-Yo la entiendo, señora, pero ya tenemos dos niños y no pensamos
tener más. (El señor de Rodríguez baja la cabeza y dice en voz baja)
Yo estoy tomando la píldora y pienso operarme para no embarazar a
mi mujer.

-Muy bien, continuemos entonces. ¿Qué estudios tiene usted?

-Tengo el certificado de estudios primario y llegué hasta el cuarto año
de educación secundaria. Yo hubiera querido terminar el
bachillerato, pero en mi familia éramos cuatro y mis padres
decidieron que era más importante que las mujeres estudiaran, lo que
es muy normal. Tengo una hermana mecánica y otra que es técnica
en producción porcina.

-¿En qué ha trabajado usted en los últimos dos años?

-Pues casi sólo en reemplazos, usted sabe, trabajos temporales,
porque así era más fácil cuidar de los niños mientras eran pequeños.

-¿Y en qué trabaja su esposa?

-Ella es administradora del hotel El Manantial.

-Volvamos a usted. Cuénteme cuánto pretende ganar si le damos el
puesto.

-Pues…

-Evidentemente, con un puesto como el que tiene su esposa y su
deseo de ayudar económicamente, lo que usted desea es un sueldo
que complementa lo que ella gana. Usted sabe, ganar un poco de
dinero para sus gastos personales y no tener que estar pidiendo todo
el tiempo, y además ayudar con la educación de sus hijos y tener un
dinero para arreglos de la casa, comprar muebles y todas esas cosas
de la casa que les preocupa a ustedes los hombres.


Le podemos ofrecer $ 700, para empezar, seguro social y una
bonificación al final del año si usted no falta al trabajo. Tuvimos que
establecer ese incentivo para conseguir que el personal masculino no
falte por tonterías. Hemos logrado reducir el ausentismo a la mitad.
¿Cuántos años tienen sus hijos?
bonificación al final del año si usted no falta al trabajo. Tuvimos que
establecer ese incentivo para conseguir que el personal masculino no
falte por tonterías. Hemos logrado reducir el ausentismo a la mitad.
¿Cuántos años tienen sus hijos?

-La niña tiene seis y el varón cuatro. Los dos van a la escuela. Los
recojo por la tarde, cuando salgo del trabajo, antes de pasar por el
supermercado.

-Y si se enferman, ¿tiene usted quien los cuide?

-Sí, su abuelo que vive cerca de nosotros.

-Muy bien, gracias señor de Rodríguez. Le estaremos comunicando
nuestra respuesta al final de la semana.
El señor de Rodríguez salió de la oficina muy contento, pensando
que había causado una buena impresión en la encargada de personal.
La encargada de personal se fijó en él cuando salía. Vio que tenía las
piernas cortas, y que estaba un poco pasado de peso. Además, apenas
tenía pelos en la cabeza. Ella pensó: “Qué va, la jefa de producción
detesta a los calvos”. Recordó que le dijo que para el puesto de
oficinista se quiere una persona guapa, de buena presencia, alta y
ojalá rubia. Además… eso de tener niños tan pequeños…

Juan de Dios Pérez, señor de Rodríguez, recibió al final de la semana
una comunicación que empezaba así: “Lamentamos no poderle
ofrecer…”



Extraído de Derechos Humanos Mujeres, Tomo 2, IIDH – Instituto

Interamericano de Derechos Humanos, Costa Rica, adaptado de
Velázquez Toro, Magdala y Reyes Cárdenas, Catalina “Para
construir la paz, conozcamos y vivamos los derechos humanos”,
Bogotá, Saeta, 1992.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Rosa María Alfaro - Medios de Comunicación y género

Rosa María Alfaro cuenta en América Latina como una figura destacada en el campo de la comunicación en relación con el desarrollo, mujer y género, ciudadanía y democracia, cultura política, ciudadana y consumo de medios, etc. Esta intervención fue realizada en el Seminario sobre Medios de Comunicación y perspectiva de Género celebrado en Cartagena de Indias (Colombia) en Junio del 2007 organizado por el Instituto de la Mujer.



jueves, 22 de octubre de 2009

Recomendaciones respecto del tratamiento mediático de información


* Fragmento extraído del libro: Género y sexualidades en las tramas del saber. Capítulo 4, Comunicación, genealogías e intervenciones en torno al género y la diversidad sexual. Autora, Silvia Elizalde.



Recomendaciones respecto del tratamiento mediático de información que involucre cuestiones relativas a las identidades y expresiones de géneros y orientaciones sexuales, en sus múltiples cruces con la desigualdad económica y otras distinciones culturales:




1- Cuestionar los estereotipos que el sentido común establece en relación con la desigualdad y las diferencias haciendo visible que las imágenes binarias, construidas a partir de rasgos asignados a mujeres y varones como características constantes, atemporales e a históricas de “lo femenino” y “lo masculino”, se basan en procesos ideológicos. Esto aludo no solo a las imágenes respecto de los géneros sino también a situaciones que involucran lo etario, lo étnico, lo familiar o los roles laborales.
En la medida en que los estereotipos son usados para afirmar la aparente regularidad de una situación, limitan a los sujetos a un espectro restringido de actuaciones, acciones o profesiones que luego se naturalizan como “lo real”. Por ejemplo cuando se restringe las prácticas de colectivos identitarios trans al espectáculo o la prostitución; ocurre algo similar con los estereotipos del gay peluquero o decorador, la lesbiana deportista y el o la afrodescendiente bailarín o bailarina.

2- Evitar los abordajes que plantean “las dos campanas del problema” y ponen en igualdad de posición los prejuicios y enunciados discriminatorios con los no discriminatorios. Este tipo de tratamiento periodístico desconoce que no se pueden considerar, las aseveraciones a favor de la discriminación y exclusión del género y la diversidad sexual y los enunciados antidiscriminatorios como enunciados igualmente válidos y atendibles para la deliberación de una opinión pública democrática. Es frecuente que, como justificación a este enfoque, se recurra a la “teoría de las dos campanas” o al imperativo de una búsqueda de una cobertura mediática lo más “objetiva” y “ecuánime” posible. En el mismo sentido se deben enmarcar los debates con la Iglesia Católica en el plano político (por ejemplo, en relación con la despenalización del aborto), ya que esta institución debe ser considerada como un agente de lobby e intervención en este campo. Los abordajes sobre temas discriminatorios se deben contextualizar siempre en el marco de los debates sobre el acceso a derechos humanos y no presentarlos como meros “intercambios de opiniones”. Tanto la supuesta objetividad como la teoría de las dos campanas sostienen y legitiman ideológicamente la desigualdad de clase, la criminalización y la represión de los individuos y colectivos involucrados.

3- No desconocer ni descuidar aspectos sociales, culturales y políticos más amplios en las coberturas de las historias personales, para evitar las presentaciones naturalizadas de las identidades de género y las orientaciones y prácticas sexuales no normativas, bajo la forma de “perfiles” o de notas de color o “pintorequismo”. Estas naturalizaciones no sólo invisibilizan sino que impiden la discusión colectiva sobre las condiciones en las que estas identidades se producen (pobreza, explotación, persecusión, exclusión).

4- Tratar como prácticas discriminatorias los gestos, epítetos o comentarios burlescos o injuriosos producidos por miembros de la industria del espectáculo, el deporte o por celebridades que suelen justificar sus enunciados excluyentes al considerarlos dentro de sus contextos particulares. Se debe recordar que es parte de la responsabilidad periodística contextualizar las prácticas discriminatorias aunque gocen de popularidad o aceptación por las situaciones en las que son producidas y consideradas como “excepcionales” o incluso “triviales”, cuando en realidad constituyen acciones que deben discutirse en el marco político de sus efectos ideológicos.
(Caso Maradona en conferencia de prensa. Los medios si bien denostaros sus comentarios, no profundizaron en criticar el contenido discriminatorio y peyorativo de sus expresiones que referían a una orientación u acto sexual homosexual como conducta condenable, insultante y descalificante del destinatario de su agresión. ¿Qué impacto tiene esto sobre los imaginarios sociales teniendo en cuenta la popularidad de la figura de este mundialmente conocido jugador de fútbol? ¿Cuántos casos de discriminación se dieron en el mundo del fútbol ante orientaciones sexuales no normativas o cuestiones de índole racial (caso del referí que paró el partido)? ).


5- Considerar las designaciones discriminatorias como tales, señalarlas críticamente contra el carácter extendido y naturalizado de su uso cotidiano.

6- Consultar con los movimientos contra la discriminación y la represión o con los colectivos involucrados cuando se informa sobre historias, experiencias o situaciones relacionadas con personas pertenecientes a esos grupos. La inclusión de estas voces no solo colabora con la riqueza y la complejidad de la información (es habitual que en el periodismo contemporáneo se consideren como “expertos/as” a llos/las activistas de los distintos movimientos políticos) sino que permite situar la creciente supremacía que tienen los agentes de gobierno (ministerios, secretarías de Estado, etc), empresas y corporaciones, en la producción de opinión pública como legitimación de modos de autoridad y hegemonía.

martes, 6 de octubre de 2009

Observatorio de Medios: una mirada crítica a las representaciones en torno al género y las sexualidades

Objetivo:

A partir de la realización de una revisión y análisis de los contenidos que producen los medios de comunicación gráficos (papel prensa y portales en internet) y audiovisuales tanto masivos como alternativos en tornos a las cuestiones de género nos proponemos descubrir de qué modo se construye el discurso informativo/periodístico teniendo en cuenta diversas dimensiones en el análisis y deconstrucción de los sentidos que allí se construyen: estereotipos de género, discriminación, lenguaje sexista, etc.


Metodología:

El corpus estará delimitado por el seguimiento de un tema/noticia a definir por los alumnos que aparezca en la agenda de al menos 2 medios masivos (diarios de tirada nacional en versión digital o papel, noticieros en radio o tv, etc), durante al menos una semana.




Ejes de análisis:

El tema/noticia sobre el cuál se realizará el análisis será elegido por los alumnos/as tomando como parámetro los siguientes ejes:


- Diversidad sexual: ¿cuáles son los sentidos que se construyen en los medios a la hora de hablar de homosexualidad e identidades sexuales?

- Violencia de género: ¿femenicidio o crimen pasional? ¿cómo es presentada la víctima y el victimario?

- Contrastes entre las representaciones en torno al varón y la mujer en el mundo de la economía, las empresas y los negocios.

- Las representaciones en torno a la paternidad y la maternidad

- La sexualidad en los jóvenes argentinos.

- Los estereotipos que aparecen en torno a la masculinidad y femeneidad

- Prostitución, trata de mujeres y niñas

- Derecho al aborto

- Sexualidad y derechos sexuales reproductivos

- Trabajo y reparto del trabajo

- La equidad en la representación ciudadana y política

- Embarazos adolescentes


Se recomienda tener en cuenta para el análisis:

1) ¿Cómo se presenta la noticia? ¿ Cómo se construye sentido en torno a un hecho noticiable?

2) Utilización del lenguaje: ¿Qué es el lenguaje sexista?

3) Estereotipos de género: “lo masculino”, “lo femenino”

4) ¿Cómo se comunica, entre la crítica y el sentido común?

5) La valoración y el contenido de la información: ¿hay una mirada transversal sobre la condición de las mujeres?

6) Modelos de mujer y de familia propuestos

7) ¿Cuál es el rol que se le asigna a la mujer y al varón?

8) ¿Cómo aparecen las relaciones de poder?

9) ¿Cuáles son los significados y significantes que se construyen sobre los/as protagonistas de las noticias?

10) Las fuentes: ¿quién habla? ¿en nombre de quién?

11) La fuerza de la imagen: ¿qué intencionalidad se esconde detrás de la imagen?

12) La titulación: estrategia para “enganchar” al lector

13) Analizar las representaciones en torno a los géneros y las identidades sexuales

14) Como se construyen y reconstruyen las prácticas sociales

15) Cotejar el material seleccionado con el tratamiento informativo que realizaron los portales de medios alternativos (Artemisa Noticias, La Vaca.org, ANRed, la Agencia de Comunicación Rodolfo Walsh, Indymedia género) ese mismo tema. Detectar regularidades y diferencias.

Programa Seminario Interdisciplinario (Facultad de Periodismo y Comunicación Social)

programa_seminario[1]